La inclusión en el área laboral es un tema que ha tomado relevancia, poco a poco, en la esfera pública, pero sobre todo visibilidad. 

Esto no quiere decir que, desde antes, no fuera importante. Todo lo contrario: desde que se constituyeron los espacios laborales, hemos tenido la oportunidad de construir espacios para todos, donde el talento diverso suponga un aporte importante para cada organización.

La Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad establece que el derecho al trabajo prohíbe toda discriminación, obliga a proteger los derechos de las personas con discapacidad, permite que éstas tengan acceso efectivo a programas generales de orientación y educación en áreas teórico-prácticas y asegura que puedan ejercer sus derechos laborales en igualdad de condiciones.

Hemos creado una sociedad donde la norma es la exclusión y la apatía, y es nuestra misión comenzar a cambiar dicha visión social tan estructuralista, que funciona en el detrimento y no en el fortalecimiento de los derechos laborales de las personas con discapacidad. 

La manera en la que una persona se desempeña y adapta a la vida laboral depende tanto de la persona como de los obstáculos que le interponga el entorno, las personas a su alrededor, la comprensión de su condición y las barreras que debemos, como sociedad, eliminar.

El trabajo es un transporte para la realización personal, la construcción de nuestras metas y el desarrollo holístico en muchas áreas de nuestra vida. Para poder ser realmente empáticos, se vuelve necesario conocer y aprender respecto al tema de la inclusión, darle la importancia y visibilidad necesaria y crear espacios que le permitan a las personas con discapacidad explorar y desarrollar sus talentos.

Una empresa que promueve la inclusión, suma a su clima laboral. La cultura organizacional puede comenzar a definirse hacia una identidad más sensible, productiva empática, colaborativa y respetuosa, en la que las competencias interpersonales se desarrollen en equidad. 

La inclusión laboral no debería ser un tema de moda, sino parte de una cultura organizacional que abogue porque las personas con discapacidad no solo sean aceptadas, sino tratadas en condiciones laborales y personales de equidad, construyendo así un ambiente social favorable para el desarrollo de todos sus actores.

En Plura nos encontramos en la capacidad de acompañar en la transformación de cada organización, con sus talentos y oportunidades de crecimiento únicas, para que cada día se conviertan en espacios de inclusión, desde procesos como la contratación de colaboradores hasta la adaptación de áreas de trabajo. 

Además, es importante recordar que todo crecimiento necesita medir periódicamente su evolución, con datos e investigaciones que nos apoyen respecto a cuáles son los niveles de inclusión dentro de nuestras compañías. No podemos continuar dándole la espalda a la inclusión, no podemos seguir dándole la espalda al crecimiento. Ser inclusivos no es una meta inalcanzable y abstracta: la inclusión está a nuestro alcance, y comienza en Plura.